LAS BARRAS DEL DEPOR. 1.0

LAS BARRAS DEL DEPOR. 1.0

 Lo que está sucediendo en Pereira, Risaralda y en diferentes lugares del mundo donde hay un risaraldense, no es coincidencia, es el resultado de muchas generaciones haciendo lo posible para que el equipo del alma, que siempre ha sido considerado entre los protagonistas del futbol rentado en Colombia, llegue a lograr su primera estrella, de la participación en eventos internacionales, y de disputar finales con todos los grandes.

Y en honor a todas las generaciones, por lo que Tenorio esta vez nos hablara de estas en tres espacios, primero la generación del viejo Libaré o fortín de Libaré, la segunda la generación que asistió al Hernán Ramírez Villegas y la tercera la generación del siglo XXI, las cuales hemos coincidido en algo, considerar al DEPORTIVO PEREIRA el equipo del alma.

Hoy Tenorio nos hablara de la primera. Y empieza a contarnos que en la zona que hoy es llamada barrio KENNEDY, en el año 1943 se inaugura el estadio de los Pereiranos. Fue llamado inicialmente estadio Libare, porque fue construido en una zona donada por la alcaldía que tenía ese nombre. Fue inaugurado con un pequeño torneo entre los equipos Once Deportivo de Manizales y una fusión de los equipos Vidriocol y Otún de Pereira.

Inicialmente no contaba con graderías, solo un montaje de tablas en la zona occidental, donde se sentaban las personas importantes de la ciudad, más adelante se construyeron graderías en oriental y occidental, lo demás era denominado barranco en el sur, parados en el norte, la cual completaba un aforo de 10.000 personas, en el que denominaron Estadio Alberto Mora Mora, en honor a un dirigente de la ciudad. 

La historia de las barras comienza allí, donde en el barranco asistían quienes no tenían plata para pagar boleta, el barranco donde hoy inicia el barrio villa santana, se acomodaban a un buen estilo del hoy gradería sur, con fiesta incluida. De allí sale la famosa CHILA denominada “la hincha número uno del deportivo Pereira”

Entre Vidriocol y Otún, equipos de la ciudad, se fusionaron y crearon el primer equipo Deportivo Pereira que existió, de allí, se inicia la participación en campeonatos regionales y después nacionales, a partir del año 1944, que se juega el primer partido en el Mora Mora, Este partido se jugó contra el Guadalajara de Buga y, es allí donde comienzan los primeros Pereiranos a seguir al equipo, 

El estadio Mora Mora, fue el recinto del grande matecaña, como se conoce popularmente en el argot futbolístico del país, allí cada vez asistían más Pereiranos y fue donde se constituyó en un auténtico fortín y referente para la ciudad, donde se recuerdan las goleadas que propinó el Deportivo Pereira 9-0 al cuadro Huracán de Medellín en 1951, y un 6-0 al Atlético Nacional en 1962, igual tercer puesto en las actuaciones del Deportivo Pereira 1952, 1962, 1966.

Cada ocho días, de acuerdo con el campeonato rentado, los pereiranos visitaban el estadio, para ver jugar a su equipo del alma, dicha cita dominical se convertía en toda una fiesta, en las afueras la venta de comida como chuzos, mazorcas, dulces, gaseosas, cervezas, banderas y camisetas, recibían a quienes hacían cola para ingresar al estadio.

Se armaban grandes fiestas, desde las horas de la mañana, hasta las 3.45 pm que iniciaba el partido. Era toda una fiesta familiar, padres, madres, hijos, abuelos, en fin, toda la familia asistía y veía jugar al equipo, conformado por personajes de la región como El “Ñato” (profesión zapatero), La bruja Londoño (ebanista), Roberto Durán (contador), Luis Eduardo Arias (fabricante de guayos), Luis Carlos Marulanda (empleado en Vidriocol), Pedro Peruco (guarnecedor), Rafael Uribe (maestro de escuela), Alberto Soto (industrial zapatero), Jesús Villegas (industrial minero), Saulo Flórez (oriundo del Valle, primer futbolista contratado – figuró en nómina oficial como policía secreto; Alfonso Suárez (manejaba la única volqueta basurera del pueblo).Rogelio Díaz “Control” (sastre), Alberto Correa “Peyonda” (vendedor), Gabriel Cardona (empleado oficial), Juan Posada (empleado en Vidriocol), Faustino Chiquito (empleado ferroviario), Eusebio Robles (empleado), Luis Olarte (empleado en Bavaria).

Las barras se formaban entre barrios y amigos, donde lo más importante era motivar al equipo para que ganara, y que el visitante sintiera el apoyo de los seguidores del local.

 En el fortín de Libare cada vez se reunían más personas y pasaban jugadores de más categoría y renombre, como Casimiro Avalos, los paraguayos Bobadilla, Enrique Ávalos, César López Fretes, Ángel Chávez. Armando Vargas, Marcelino Vargas, Benicio Ferreira y Arsenio Valdés, además de los Pereiranos Gustavo Santa, Humberto Villa, Gabriel Cardona, Emilio Narváez, La pacha Agudelo. 

El deportivo Pereira desde aquella época, era protagonista importante del campeonato rentado colombiano, pero nunca quedaba campeón, igual el sufrimiento de los hinchas era grande, pues llegaba a finales, pero nunca quedaba de campeón, ni siquiera subcampeón. Los dirigentes de aquella época decían que éramos una ciudad pequeña y no teníamos el poder de estar en esa instancia, los demás equipos conseguían jugadores de primera línea internacional, de allí que el Pereira siempre se quedaba sin puestos para esta participación.

Historias como la del cónsul colombiano en Buenos Aires, en 1949, donde convenció a Carmelo Enrique Colombo, estrella del futbol paraguayo, que Pereira era como París, tal vez mejor, y entonces comenzó la historia guaraní en el Deportivo Pereira”. A tierras cafeteras llegaron en total 13 paraguayos, entre ellos Casimiro Avalos, quien con 147 tantos se convertirían más adelante en el futbolista de su nacionalidad con más goles en la historia del fútbol colombiano. Solo en 1950, con 30 anotaciones, Avalos se colgó el rótulo de goleador a nivel nacional. A pesar de toda la gesta, el título de ese año se quedó en manos del vecino, el Deportes Caldas (años más tarde, Once Caldas), eterno rival del conjunto Matecaña.

Aquel ‘boom’ extranjero llevó al Pereira a su primer gran colapso de tipo económico. En 1953 se vaciaron las arcas y no hubo con qué pagar la nómina. Los ‘paraguas’, que habían llegado al “París” suramericano, tuvieron que firmar un documento renunciando a su deuda. Empresarios hicieron una colecta para enviarlos de vuelta a su tierra y el equipo estuvo dos años sin participar en el rentado. 

También hizo historia cuando el entrenador López Fretes, en una negociación, dada por la amistad y buen concepto que tenía el dirigente del Cali don Alex Gorayeb con el presidente del Pereira Hernán Mejía Campusano, El Pereira le entrego un grupo de 5 Jugadores de las entrañas del equipo al Cali, estos jugadores hicieron gran historia en el Cali y en Colombia, participando en el Futbol con éxitos, los nombrados en el “Quinder de López Fretes” eran: Jairo Arboleda, Emilio Narváez, Darío López, moño Muñoz, miguel escobar, llamados así por la escuela que tenía el profesor López Fretes en el Deportivo Pereira.

Pero la hinchada, siempre estaba allí, la fiesta dominguera continuaba, El fortín matecaña se llenaba, En años posteriores, década del 60, aparecería un personaje que le cambió la cara a la ciudad. Como lo es el papa Francisco a San Lorenzo en Argentina, el sacerdote Antonio José Valencia, o simplemente ‘padre Valencia’, lo fue para el Deportivo Pereira.

Allí inicia la gran campaña, para construir un estadio con villa olímpica, Luego del convite histórico, parecido al que le dio vida al aeropuerto Matecaña de Pereira (otra gesta de civismo y compromiso de la ciudadanía, pero esa es otra historia), en 1971 se inauguró el estadio. Décadas más tarde, tras la remodelación para el Mundial Sub-20 del 2011, ha sido considerado por algunos como el mejor que tiene el país, con pinta mundialista y semejante a escenarios de Europa.

En este famoso convite, hizo parte lo más granado de la sociedad Pereirana, incluido los hichas de grande matecaña, y de allí se inicia la segunda parte de esta historia, con los hinchas que visitamos el monumental de Pereira, el estadio Hernán Ramírez Villegas.

En la segunda parte Tenorio nos hablara de épocas donde el Deportivo Pereira, en este monumental hizo historias en el rentado colombiano de gran importancia, como aquellos equipos de 1974 y 1982 en el quedo en el tercer puesto.

OSCAR VELÁSQUEZ NARVAEZ

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