Con el fusil debajo de la cama

Con el fusil debajo de la cama

 En las poblaciones caucanas de Caloto y Cajibío, fueron expulsados los comandos del Ejercito Nacional de Colombia. Docenas de habitantes sin mediar respeto, decidieron a muto propio o por insinuación de los grupos criminales, gritarle a la Fuerza Pública que se fueran de su territorio, los más fanáticos, les tiraron piedras e incluso esgrimieron machetes. Sin duda alguna son estos últimos los que, disfrazados de paisanos, tiene en sus casas y debajo de sus camas, los fusiles que los identifica como delincuentes promotores del tráfico de drogas, minería ilegal, extorsión, secuestro y reclutamiento de niños.

Lo que se vio en la trasmisión en vivo, por la facilidad de grabar con los teléfonos móviles los hechos al instante, fue ver la humillación a la que fueron sometidos quienes tienen la autoridad delegada por los colombianos, hombres capacitados, uniformados y armados, para que defiendan el territorio de la delincuencia. En su madura actuación, los soldados no reaccionaron de forma agresiva, ni con sus puños y menos con sus armas. De este episodio, lo único que se sabe es que a la fecha no hay ni un capturado, cuando era evidente el irrespeto a la autoridad, delito consagrado en las leyes nacionales.

De lo sucedido en el Cauca, igual paso en Bogotá frente del Palacio de Justicia, la turba embravecida arreció contra los sitios de ingreso a la institución y se enfrentó a rabiar contra la Policía Nacional. De este escandaloso evento tampoco se tiene un solo detenido.

El diagnóstico de estos eventos los da el comandante de las Fuerzas Armadas, cuando exhorta a oficiales, suboficiales y soldados a mejorar en todos los aspectos que envuelve el servicio, en el manejo de la inteligencia, conocimiento a fondo del territorio, en la instrucción profunda de la manipulación del armamento y, ante todo, dar resultados operacionales. Les recuerda que parte del éxito del pasado contra la insurgencia se ha perdido. Le faltó agregar al comandante que, la salida de docenas de oficiales del servicio activo a quienes se prepararon por decenas de años se perdió y, ocasionó parte de lo que ocurre con los indicadores del creciente poder de los delincuentes, sumado a una política desventajosa para los colombianos llamada Paz Total, aprovechada por los grupos al margen de la ley para decretar paros armados, ampliar fronteras y fortalecer sus estructuras delincuenciales, abusando de la mano extendida del gobierno nacional.

P.D. Se continúa avanzando en la industria sin chimenea, en la feria de la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo ANATO, en donde participaron 25 operadores turísticos del departamento de Risaralda, se obtuvo un reconocimiento para los municipios de Pereira y Dosquebradas, con el sello de sostenibilidad turística.

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