Una milenaria costumbre

Una milenaria costumbre

 Leyendo las recientes novelas históricas del escritor español Santiago Posteguillo “Roma soy yo” y “Maldita Roma”, sobre la vida del destacado romano Julio Cesar, en esta saga se narra las peripecias de éste personaje, para llegar a descollar en el recinto senatorial y de allí emprender las incursiones militares en pos de consolidar el imperio romano en construcción, referente histórico de costumbres judiciales y del manejo de la república.

En el relato se descubre como existió al igual que hoy, alianzas perversas, para salvarle el pellejo a personajes como el gobernador Cneo Cornelio Dolabela, designado para administrar el territorio de Macedonia, en donde debía mantener en buen estado el camino que llevaba a Roma. Pero su legado fue el de robarse los presupuestos, los objetos valiosos de los templos y abusar de las damas macedónicas. En el juicio, Julio Cesar defendió la causa macedónica, sin poder hacer nada, le mataron varios testigos y a pesar de algunos testimonios y pruebas, fue derrotado, desterrado y dejado sin bines, él y su familia, para evitar cualquier acción que le permitiera enfrentase al establecimiento.

En la causa de volver a Roma, después de varios años de destierro, Julio Cesar tuvo la ayuda de familiares y amigos. Su reinicio, para emprender el camino de sobresalir en el manejo de esa ciudad Estado, fue dejar en manos de un patrocinador económico su destino político, quien viendo su potencial de líder y en especial con las masas romanas, le propuso pagarle cada una de sus campañas que, incluían recepciones, regalos, inversión en obras y compra de votos. Todo este apoyo tenía un costo para Julio Cesar, el de apoyar los intereses económicos de éste senador de nombre Marco Licinio Craso. Por lo tanto, esa viaja acción de yo te doy y me lo devuelves el doble, para que un aspirante llegue, se ha perpetua en el tiempo.

Hace pocos días, se publicaba en revista Semana, una fotografía de senadores colombianos implicados en presuntos actos de corrupción, de los cuales uno de ellos ya está imputado y encarcelado. Y se repite en las esferas del poder, yo te doy contratos y de regreso me pagas comisiones que servirán para enriquecerme, hacer campaña y favorecer intereses. El legado de la historia como la romana, deja aprendizajes tan interesantes en el desarrollo de las comunicaciones terrestres, estrategias militares y el tesón de hombres que buscaban hacer del mundo un lugar mejor. En la otra cara de la moneda, está la lucha sin cuartel por el poder, el sometimiento y humillación de los pueblos conquistados, y la versión más ruin a la que puede llegar un ser humano, secuestrar y esclavizar.

P.D. Las lluvias de esta semana en Pereira, son un bálsamo ante el desesperante calor. 

Comentarios

Lo más leído esta semana