411

 El 411, no es número cabalístico para hacer el chance, es la cifra de secuestrados desde que el Pacto Histórico asumió la Presidencia de la República, es decir hace 499 días. Las estadísticas de las autoridades hablan del incremento desmedido de este delito, a manos de toda suerte de terroristas como son ELN, FARC y delincuencia común. Acompañado esta forma de financiar sus fechorías con extorsiones, afectado desde el más humilde negocio, hasta empresas agroindustriales. 

Ser secuestrado es la mayor bajeza a la que puede ser sometido un ser humano, maltratado psicológicamente con el solo hecho de no poder tener libre locomoción, aunado a estar encadenado, subyugado a las ordenes de los bandidos que gozan con el dolor ajeno y su universo no vas más allá de conseguir dinero a sangre y fuego para vivir. 

Este pulso del gobierno nacional en buscar la paz total con cuento facineroso existe en Colombia, ha resultado en el descarado actuar de estos, mostrando su accionar con paros armados, desfile en camuflado en centros poblados amedrantando con sus fusiles. Y las declaraciones públicas cínicas de estos, es su accionar contradictorio, menospreciando estos gestos de mano extendida que el pueblo colombiano siempre ha encomendado a sus gobernantes. Esto esta ocasionado que sectores de la opinión pública ya empiecen a pensar en el modelo Bukele para atajar este creciente panorama de inseguridad que cobija a ciudades y zonas rurales.

Esa época oscura del secuestro y la inseguridad que nos llevó a caminar senderos llenos de sangre, escritos en las memorias de muchos escritores. Narra eventos como la creación por parte de Pablo Escobar y sus secuaces del Muerte A Secuestradores MAS; o el inicio de la historia del paramilitarismo a partir de las autodefensas. Este tramo de la historia no se puede repetir en esta Colombia tan golpeada siempre por la violencia.

Hoy, a escasos 15 días de posesionarse los nuevos gobernantes territoriales, es el momento que la dirección nacional consolide un verdadero acuerdo, en donde la justicia impere y se pueda pensar en la paz total. Para que, de la mano de las autoridades, la inversión social y la credibilidad de la ciudadanía ante este cambio de rumbo, se inicie el conteo en la disminución de estos delitos. 

P.D. Sigue el destape de la corrupción en Colombia, la orden de captura del senador del Centro Democrático Ciro Ramírez por parte de la Corte Suprema de Justicia, es el mismo camino que anduvo su padre ante las autoridades y que le ocasionó varios años de cárcel. Hoy están en la opinión pública la situación de los contratos en el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio del Deporte.