Encerrado tres meses

Gustavo Adolfo Vélez Román es el candidato electo de Tuluá, su historia inicia con su aspiración a gobernar su pueblo natal, denunciando las atrocidades de los bandidos que se tomaron la ciudad del corazón del Valle, con la permisibilidad de las autoridades civiles y de la Policía Nacional. Estos señalamientos le costaron las amenazas de la “oficina de Tuluá”, lo que originó recluirse en su lugar de habitación en un predio rural sobre la autopista y desde allí recibir a sus seguidores, durante los últimos tres meses de campaña.

Vélez les notificó a estos delincuentes a través de sus votos, que la mayoría del pueblo no los quieren y por esa razón escogieron a uno de sus hijos, para que con este respaldo emprenda la lucha sin cuartel contra estas mafias que se han apoderado de los territorios, en busca de dominar el mercado del microtráfico y extorsionar a todo aquel que quiera denunciarlos.

La democracia está en juego, y en más de 40 municipios en donde la votación para escoger alcaldes fue de foto finish, hordas de seguidores de los candidatos perdedores, han amenazado con destruir las Registradurías, como lo hicieron días antes a las elecciones del pasado domingo en Gamarra Cesar, solo por el hecho que uno de los candidatos a la Alcaldía se le canceló su inscripción por parte del Consejo Nacional Electoral. El resultado de esta barbarie fue la muerte de una funcionaria quemada con todo y lo que había en la sede.

En Dosquebradas las denuncias de la candidata Tatiana López, sobre el fraude en los formularios que contabilizan los sufragios, al ser alterados en sus cifras, aunado al hecho que el registrador municipalmente a esta situación no fue relevado como sucedió en muchas partes del país para evitar suspicacias. Adicionalmente coloca al municipio industrial en noticia nacional, por el hecho de que el escogido como nuevo mandatario sea Roberto Jiménez, hermano de un líder del paramilitarismo conocido con el alias de “Macaco”

La constante en la escogencia de nuevos burgomaestres se basó en la insatisfacción con los gobernantes salientes, que solo puede ser medido objetivamente con indicadores, de empleo, niveles de pobreza, índice de competitividad, porcentajes de los delitos de impacto frente al comportamiento histórico del territorio y docenas de mediciones que definen como va una Alcaldía. Los que llegan tienen el reto de mejorar, con acciones que eleven la expectativa de los gobernados, y recordar que mover la pesada estructura gubernamental solo se obtiene con eficiencia, eficacia y transparencia.

P.D. Que estarán pensando en la ciudad de Liverpool, en donde actúa en uno de sus equipos de futbol el colombiano Luis Diaz, con la noticia del secuestro de su padre en Barranquilla por cuenta de delincuentes que no respetan acuerdos y menos la dignidad de los colombianos.