A elegir bien

A elegir bien

 El sistema político nuestro pareciera haber sido estructurado, pensando más en el Estado que en la sociedad. Su precaria presencia como organización social, de espaldas a las necesidades y demandas comunitarias, ha propiciado que dentro del territorio nacional coexistan regiones con importantes avances en infraestructura y servicios, con otras carentes de recursos elementales, que hacen parte de la Colombia olvidada, en los que agentes extraños a la institucionalidad como las guerrillas, paramilitares y bandas delincuenciales, hacen de las suyas sin control ninguno. 

La llamada violencia política que dominó la historia colombiana entre el año 46 al 58, prolongada hasta hoy en sucesivos derramamientos de sangre, ha permitido la actual y escandalosa corrupción pública y privada cuyo origen, sin duda alguna, arranca con la tenaza liberal-conservadora que redujo ostensiblemente la oposición para implantar un contubernio bipartidista, llamado Frente Nacional, que si bien nos dio civilidad política, permitió que durante 16 años (1958-1974) se repartieran puestos y contratos por mitades milimétricas.

La llegada de un cuatrienio tapaba los errores y desmanes del anterior, pues ambos partidos “comían juntos”. Hoy, la corrupción es imparable. Alcaldes y gobernadores, una vez posesionados, se ganan el Baloto. En nuestra querendona y trasnochadora Pereira, los últimos alcaldes elegidos han salido de Cuba y Gama y al terminar sus mandatos, sin esfuerzos ni sacrificios, ya son ciudadanos estrato 10, quienes, amén de sus abultados patrimonios, se dan el lujo, sin siquiera sonrojarse, de ostentar costosas mansiones en Cerritos. 

A 20 días de las elecciones el candidato que ha sabido ganarse el apoyo mayoritario de los pereiranos, es Mauricio Salazar Peláez, abogado de la Universidad Libre Seccional de Pereira, Especialista en Administración de la EAFIT y Servicios Públicos Domiciliarios de la Universidad Externado de Colombia, habiéndose desempeñado como Personero de Pereira, Concejal y Representante a la Cámara. Con 49 años de edad, conoce palmo a palmo la problemática regional y la complicada situación social de la población pereirana más necesitada. 

Atacado ferozmente por otros candidatos, cuya única hazaña es la de lanzarle improperios desobligantes, en la creencia de que al hacerlo crecen cuando en verdad se empequeñecen, acompañados de algunos medios y periodistas no afectos, lo muestran con mayúsculas como el esposo de la doctora María Irma Noreña Arboleda, exfuncionaria a la que señalan de malos manejos en la empresa Aguas y Aguas cuando fue su gerente, sin que a hoy, once años después exista un fallo condenatorio. 

Si esta empresa de servicios públicos ha logrado sobrevivir al día de hoy, cuando precisamente se habla de privatizarla dentro de un plan de salvamento, la pregunta pertinente sería entonces ¿quién o quienes se la robaron? Once años no pudo operar desfalcada. Que responda la administración actual. Que respondan Gallo y Maya. 

El señalamiento que irresponsablemente le hiciera la candidata Martha Alzate al candidato Mauricio Salazar, en un video difundido por el equipo de su campaña, increpándolo por el anuncio de no asistir a Debates para confrontar ideas, en vez de afectar al candidato Salazar, puso al descubierto la catadura moral de la candidata Alzate. Coaligados los candidatos, pretendían hacer de los mismos vulgares encerronas a las cuales no se prestó. 

Los Debates son para controvertir ideas, programas, no para atacar y dejar en el ambiente mal parado al contrario que lleva la delantera. Hay una tergiversación de estos foros, que desvirtúa la esencia de los mismos. Cuando no se tiene la seguridad en sí mismo, se recurre a este mecanismo para atacar, no a uno cualquiera de los que participan, sino precisamente a quien se sabe está por encima, para despellejarlo y ridiculizarlo. 

El objetivo primordial del Debate es el de enfrentar dos o más opiniones acerca de un tema determinado, en el que la audiencia, a más de enriquecer su conocimiento, le permite al final hacer una clara escogencia de la persona indicada. 

Como dice el slogan de la campaña de Mauricio: “Esta vez Pereira no se va a equivocar”. Además, debemos por inmensa mayoría respaldar a la derecha, para enterrar la izquierda que con Petro está asfixiando al país y cerrar el paso a candidatos agazapados en esas ideas “libertarias” que tanto daño hoy están causando. Con Mauricio Salazar Peláez, la ciudad asegura un futuro promisorio, inscribiendo en letras de molde el nombre de Pereira en la nueva historia de Colombia. Paso de vencedores.

Alberto Zuluaga Trujillo 
alzutru45@hotmail.com

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