Urgen los coscorronazos

Urgen los coscorronazos

El 23 de marzo de 2022, en nuestra acostumbrada columna de los lunes, titulada “La democracia a salvo”, dijimos: “La cancelación de Germán Vargas Lleras de su lanzamiento como candidato presidencial, al constatar la baja votación de su partido, Cambio Radical, frente a Federico Gutiérrez de la coalición Equipo por Colombia, es una decisión que muestra su faceta de hombre respetuoso de la institucionalidad colombiana, al entender como gran demócrata, que ante el mayoritario respaldo que el pueblo entregó el 13 de marzo al candidato Fico, la suerte estaba echada y un despropósito mayúsculo sería ser protagonista de una división que hoy, ante los registros electorales de estas “”primarias””, serviría en bandeja de plata el triunfo de otro adoctrinado del “”Foro de Sao Paulo”” que, con su Proyecto del Poder Totalitario, fundado por partidos de izquierda y facciones criminales que intentan dominar a América Latina y países del Caribe, tienen sumidos en la miseria a Cuba, Venezuela y Nicaragua”. 

Por razones ampliamente conocidas y discutidas, el pueblo votó, según los datos de la Registraduría Nacional que muchos consideran espurios, a favor del candidato de esa izquierda altanera y soberbia que, en 11 meses, tiene patas arriba al país. 

Poco le ayudó al precandidato Vargas Lleras el coscorrón dado a su guardaespaldas, Ariel Ahumada, quien impidió que una ciudadana se acercara a saludarlo, en una de sus giras. Este gesto, fuerte y excesivo, fue tomado por la opinión pública como un acto de soberbia y abuso de poder que le restó votos a sus candidatos al Congreso, entendiéndolo como un castigo a su nombre. 

Pero como siempre se ha dicho que en política nadie tiene la última palabra, y que esta es “cambiante y dinámica”, hoy, por las circunstancias especiales que el país vive de inmensa preocupación, debemos reconocer que nadie distinto a Vargas Lleras sería el indicado el día de mañana, para alejar al país de la senda peligrosa e inestable trazada por quien solo representa la criminalidad desde el Solio de los Presidentes, autoridad precaria que día a día pierde gobernabilidad y credibilidad. 

Se impone la recuperación del Estado de Derecho consignado en nuestra Constitución. 

Urge un fuerte coscorronazo para hundir los proyectos de ley en salud, trabajo y pensiones presentados por este Gobierno y en su defecto tramitar los mismos pero acordes con las necesidades del momento, concertados con el pleno de la sociedad civil. 

Urge un coscorronazo para estudiar con responsabilidad los ajustes necesarios que deben hacerse al Plan de Desarrollo ya aprobado. 

Urge un coscorronazo para revisar la Ley de Jurisdicción Agraria, aprobada con serias limitaciones. 

La aprobación de la reforma tributaria por más de 80 billones, la más alta en toda la historia, requiere de un coscorronazo para acoplarla a las exigencias del momento, discutida y acordada con los protagonistas del acontecer económico del país. 

Urge un coscorronazo, para cancelar la peligrosa táctica impulsada por este Gobierno de presionar desde la calle, bajo la tesis de que los 11.2 millones de votos que lo ungieron como presidente, igual se dieron para apoyar estos cambios que, según Petro, el Congreso no puede desconocer, violando abiertamente la independencia de poderes y dando paso a una democracia plebiscitaria, tan extraña a nuestra Constitución. 

Urge un coscorronazo para volver a presentar el proyecto de reforma política, viciado por el Pacto Histórico y retirado en su quinto debate. 

Urge un coscorronazo para volver a presentar los proyectos de humanización carcelaria y el de sometimiento a la justicia, en los que se tengan en cuenta los derechos de los penados y se discutan los favorecimientos que no la eliminación del castigo a los delincuentes. 

Urge pues, unos certeros y fuertes coscorronazos para enderezar el rumbo equivocado de la nación que, bajo las premisas del Foro de Sao Paulo, ha desbarajustado la marcha tranquila del país. 

Si bien, es mucho lo que hay por hacer para lograr un país más justo y equitativo, la equidad no se logra con entregarle a la Vicepresidenta Francia, un ministerio con quinientos mil millones (medio billón de pesos) para derrochar, cinco viceministerios y 840 empleados. 

Urge como nunca, una asistencia masiva a las marchas del 19 de julio convocadas por las Reservas Militares, las cuales, dependiendo de su magnitud, serán un inequívoco respaldo a ellas y a las Fuerzas Armadas para que procedan en concordancia con el pensamiento mayoritario del país. De nosotros depende la suerte futura de la Patria.

Alberto Zuluaga Trujillo 
alzutru45@hotmail.com

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