Pacto de silencio

 El golpe asestado por Benedetti al Gobierno Petro con sus explosivas declaraciones conocidas a través de los audios, aumentaron la desconfianza y poca credibilidad en un gobierno que muchos creyeron iba a ser de cambio, cuando la realidad es que los errores del pasado continúan y con mayor fuerza, desencadenando las investigaciones sobre las chuzadas, el abuso de poder y la financiación de la campaña con dineros de dudosa procedencia, obligando igualmente a un “Pacto de silencio” entre los principales protagonistas, para evitar ahondar más el daño irreversible, causado con sus polémicos señalamientos. 

Precisamente el viernes 23, cuando se suponía que salía oficialmente del cargo de embajador en Venezuela, la Corte ordenó la compulsa de copias para una nueva investigación en su contra, por supuesta compra de votos en las elecciones para Congreso en 2018, al tiempo que la Casa de Nariño daba a conocer el decreto 1002 del 20 de junio, por el cual se prorrogaba hasta el 19 de julio su encargo como Embajador en Venezuela, en consideración a la “multiplicidad de asuntos pendientes” expuesta por el funcionario. 

Después del escándalo protagonizado se esperaba que su salida fuera rápida, igual que la de Laura Sarabia, a fin de acallar rumores y especulaciones que se han venido dando, pues la Casa de Nariño ordenó a los funcionarios no hacer comentarios y el propio Presidente decidió el retiro de los dos para no afectar la marcha del Gobierno: “Mientras se investiga a mi funcionaria querida y estimada, y al Embajador de Venezuela, se retiran del Gobierno para que desde el poder no se pueda tener la desconfianza de que van a alterar los procesos de investigación”, señaló Petro en la ceremonia de ascenso de subtenientes del Ejército, en la Escuela José María Córdova.

¿Por qué entonces se prorroga la permanencia de Benedetti en la Embajada? Desde Venezuela se informa que desde hace un mes, cuando estalló el escándalo, Benedetti no ha regresado al país. Pocas horas después de su renuncia, la Cancillería dio a conocer el nombre de su sucesor; Milton Rengifo, cuya posesión se frenó con la prórroga a Benedetti hasta el 19 de julio. Es esta una manera de mantener las investigaciones en la órbita de la Corte Suprema y no en la Fiscalía, que ninguna confianza le merece al actual Gobierno. 

Hace ocho días, el viernes 23, Benedetti declaró ante la Fiscalía General de la Nación, entidad que había iniciado las investigaciones con ocasión de su renuncia que ahora vuelven a la Corte por su inmunidad diplomática prorrogada, que ha recibido amenazas en contra de su vida, por lo cual solicitó fuerte y segura protección. 

La W Radio aseguró, por confidencia hecha por Benedetti, de una reunión sostenida entre este y Petro el pasado lunes festivo en un hotel al occidente de Bogotá, a puerta cerrada, encuentro por supuesto negado por Petro. Lo cierto y real es que la prórroga de la entrega del cargo como Embajador hasta el 19 de julio, se presta para toda suerte de interpretaciones que, desde luego, por la forma en que se realizó y sin la firma del Canciller, con quien la relación es inexistente, da pie para concluir que entre Petro y Benedetti se acordó un “Pacto de silencio”. 

La nula credibilidad a la palabra presidencial se evidencia con la retractación que a diario hace de sus acciones, como por ejemplo, la primera gran decisión en relación con la “Paz Total” al anunciar el 31 de diciembre de 2022, el cese al fuego con el ELN, organización que lo desmintió en un comunicado, obligando al Gobierno a derogar el decreto correspondiente. 

Luego, las declaraciones de Petro señalando que el fin del conflicto con la misma guerrilla se daría en el mes de mayo de 2025, siendo desmentido por Antonio García, jefe de la organización guerrillera, quien en un Twitter respondió que el Presidente lo había confundido con el cuarto punto del Acuerdo sobre la Participación de la Sociedad. 

Y para rematar, desde Alemania, el presidente Petro habló de crear un fondo con recursos de aportes internacionales para financiar al ELN mientras se llevaba a cabo el proceso de paz, aclarando que este punto no se ha tocado en la mesa de negociación, sino que es una posibilidad. 

Si bien el tema de la financiación no quedó consignado dentro de los tres acuerdos firmados por las delegaciones de la guerrilla y el Gobierno, el pasado 9 de junio, el ELN nuevamente lo desmintió, afirmando que sí fue discutido en la Habana. No solo incumple las citas, sino que es un mentiroso compulsivo.

Alberto Zuluaga Trujillo 
alzutru45@hotmail.com

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