La marcha de la libertad

La marcha de la libertad

El Foro ampliado de la Reserva Organizada (Faro) que agrupa a las organizaciones de veteranos de las Fuerzas Militares y de Policía, se ha reafirmado en la convocatoria de una “Marcha Nacional” el 19 de julio, (este miércoles), en contra del Gobierno Petro. 

En la red social Tik-Tok, se escucha una recia voz con música épica de fondo que dice: “No perderemos a Colombia para siempre, es una lucha por la supervivencia o la extinción. Libertad o muerte”. 

Si bien, nuestras Fuerzas Armadas y de Policía se han ganado la admiración de los colombianos por su civilidad y respeto a la institucionalidad, como garantes de la Constitución, es, precisamente por ese profundo apego que sienten que deben estar del lado de quienes reclaman el cumplimiento estricto del Artículo 1° de la Constitución que reza: “somos un Estado Social de Derecho, organizado en República unitaria, descentralizada, democrática, participativa y pluralista”. 

La situación de inseguridad en el país es hoy uno de los motivos de mayor preocupación de los gobernadores y gremios que, juntos con la Defensoría del Pueblo, piden la presencia del Ejército para recuperar el territorio donde hacen presencia las estructuras criminales con quienes el Gobierno Petro viene negociando, impidiendo el accionar de la Fuerza Pública. 

Horas antes de la liberación de la sargento Karina Ramíres con sus dos hijos menores de edad, el ministro de la Defensa la responsabilizó por su imprudencia, pues dijo que ella bien sabía de la presencia del ELN en esa zona. 

Acaso ¿la función primordial de ese ministerio no es la formulación y adopción de las políticas para la defensa de la soberanía, la independencia y la integridad territorial, velando por el mantenimiento del orden público en toda la geografía colombiana? 

El panorama no puede ser más aterrador. Las masacres aumentaron 61% entre el 7 de agosto de 2022 cuando se posesionó Petro y el mes de junio de 2023 en comparación con el mismo período entre 2021 y 2022. Peor aun las cifras del secuestro. Mientras de enero a junio de 2022 hubo 56 secuestros, en el mismo período de 2023 fueron 148 “retenciones”, un incremento escalofriante de 162%. 

El asesinato de líderes sociales va en aumento, superando de enero a junio de este año los 91. Los hurtos a personas se han incrementado bajo el Gobierno del cambio en un 19% y las extorsiones en un 42%. 

Contrastan los aumentados porcentajes anteriores, con las bajas escandalosas en la lucha contra el narcotráfico. La erradicación de cultivos ilícitos cayó 89%, la incautación de cocaína se desplomó 18%, la de heroína 47% y la de marihuana 17%. Los narcos y los criminales tienen mucho que agradecerle al Gobierno del “cambio”. 

La Paz Total, bandera de Petro, no ha hecho más que envalentonarlos con sus acciones criminales. El ELN, el Clan del Golfo, las disidencias de las Farc, la Segunda Marquetalia y otros grupos armados ilegales, no paran de celebrar sus fiestas. Es el empoderamiento de los mismos mientras se frena el actuar de las Fuerzas del Estado. 

Todo este accionar criminal no fue óbice para que Petro firmara sin sonrojo alguno, el decreto dando vía al cese al fuego con el ELN. Unas Fuerzas Militares y de Policía que gozaban de un alto prestigio en el mundo, han sido arrodilladas ante la criminalidad para avanzar en la torpe Paz Total en que anda empeñado el Gobierno del cambio. 

El ministerio de la Defensa, es hoy el propio enemigo de las Fuerzas Militares; las desprecia y las humilla en un país que arde en llamas a las puertas de las elecciones para concejales, diputados, ediles de las juntas administradoras, alcaldes y gobernadores, en las cuales el Pacto Histórico con el presidente Petro, se proponen capturarlas para obtener el mayor número para sus militantes. 

Todo esto ha hecho que el entendimiento entre el Gobierno y los militares retirados y activos sea de total desconfianza y la relación entre el Comandante en Jefe que lo es el presidente y las Fuerzas Militares, hoy no sea cercana. 

El llamado de las Reservas a las marchas, bien pudiera ser el termómetro para medir el rechazo del país nacional al Gobierno Petro y, por consiguiente, intuir que tanto respaldo tendrían el día de mañana ante una acción de facto, en defensa de los sagrados intereses nacionales que Petro juró cumplir y que hoy olímpicamente desconoce. 

Esta convocatoria, bien valdría ser llamada “la marcha de la libertad”, pues nos liberará antes de tiempo, del horror y el sufrimiento que padece nuestra hermana República de Venezuela. 

Alberto Zuluaga Trujillo 
alzutru45@hotmail.com 

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