Somos montañeros

Somos montañeros

 Cuando hablamos de Pereira pensamos en el reencuentro de una diversidad de culturas, las cuales, dadas las circunstancias políticas, de violencia, de necesidad de trabajo, familiares, de estudio y muchas otras razones, se ubicaron en esta aldea, que a través de los años se convierte en Urbe.

Se ubicaron en esta zona pastusos, caucanos, vallecaucanos, quindianos, chocoanos, de buenaventura y en el siglo pasado Antioqueños colonizadores, descendientes de quimbayas, de Incas, negritudes, costeños del Atlántico, algunos boyacenses, llaneros, últimamente venezolanos y bogotanos.

La riqueza de la zona combinada con las emblemáticas culturas de cada uno de los nuevos y antiguos habitantes compartiendo con un entorno regado casi religiosamente todos los días por el agua, donde el intenso verde de la vegetación y el café, convierte a Pereira y sus alrededores en una de las mejores regiones para vivir

Pareciera que Pereira es una región en permanente construcción y en donde siempre lo único que se piensa y actúa son las letras de cambio, que con un sarcasmo de civilización señalan algunos. La gran ciudad Victoria que renovó el concepto de ciudad y le dio una nueva cara y dinámica comercial a la región, dirían otros, Esta es la paradoja de Pereira: Área conformada por un lado Pereira con la riqueza comercial, Santa Rosa con la cordialidad de sus habitantes produciendo el mejor chorizo probado por todos, La virginia y el caluroso sabor a caña de sus habitantes, Marsella y el sabor dulce del café y los marselleses, Cartago que nos conduce al gran Valle de cauca, por supuesto no podemos olvidar Viterbo, Belén de Umbría, Anserma (las dos), Apía, Santuario, Quinchía, Guática y pueblo Rico, Armenia, Salento, Filandia, Chinchiná y todos los pobladores que habitan en todos estos lugares. que fragmentan la identidad cafetera entre numerosos imaginarios y el permanente fluir de propios y extraños; la nueva urbe que crece y se difumina hacia el occidente, hacia el sur y el norte con modernas casas y centros comerciales; la Región con uno de los entornos turísticos más bellos de Colombia: aguas termales, parques naturales de una biodiversidad sin igual, verdes de todos los tonos en los municipios cercanos con infraestructura campesina envidiable, fincas para el turismo y la recreación, aguas cristalinas, llanuras y suaves ondulaciones en las fértiles tierras del Valle del Cauca.

Reencontrarnos en Pereira hoy, es trazar una línea del tiempo más allá de 1863 desde que la ciudad fue fundada como la Antigua Cartago o Cartago Viejo . La historia de Pereira se remonta a 10 mil años antes del presente, y tal vez más atrás cuando los antiguos pobladores del continente dejaron su huella en ondulaciones, planicies, pequeños valles y los principales afluentes de los ríos Otún y Consotà que la encajonan de oriente a occidente, después de ser un centro de producción de Sal.

Los montañeros y/ campesinos con grandes cafetales engalanan pendientes y ondulaciones de las montañas. La lluvia providente, el manto fértil de ceniza volcánica de la tierra, la altura sobre el nivel del mar, el clima templado y los bosques de niebla desgajados de las faldas de la cordillera Central, se conjugan para hacer de esta región una confluencia de tránsito de personas, empresas y comercio que se resiste a perder la bulliciosa vida en las inmediaciones de los parques centrales llamados en todos La plaza de Bolívar, corazón de las ciudades, y a desplazar su centralidad parroquial bajo el galope alado del Bolívar desnudo, las araucarias, los templos centrales, los cañaduzales del valle del Risaralda, las plazas de mercado, representan el cosmopolitismo y del espíritu libre y comercial de sus gentes. El amarrillo y el rojo identifican la bandera, y el himno es una oda a la gesta de la colonización, a la libertad y a la belleza de sus mujeres.

El reencuentro con la historia de Pereira significa entrar hoy a la ciudad sin puertas y aún dejarse atrapar por el halo del ayer de la aldea y el presente de la urbe. Una ciudad y un entorno por culturas engalanadas por la Bandeja Paisa, el chontaduro del choco, la panela, la caña de azúcar, el chorizo santarrosano, la arepa de chócolo y especial un exquisito tinto preparado de mil formas recordando nuestros antepasados. 

Tenorio nos introduce a la historia de la gran región que cubre a Pereira y todo su alrededor, somos una raza con empuje, con gracia y en especial la cordialidad extraída de la multiculturalidad que nos arropa.

somos la urbe metropolitana del centro equidistante de todo Colombia. somos Caldas, Quindío, Risaralda, Valle del Cauca, somos montañeros por excelencia.

Oscar Velasquez Narvaez

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