La Nueva Fuerza Democrática

La Nueva Fuerza Democrática

La Nueva Fuerza Democrática, fundada por el expresidente Andrés Pastrana Arango, nace como una disidencia del Partido Conservador, en el marco del debilitamiento electoral del conservatismo en 1990, perdiendo su personería jurídica en 2006, tras la reforma política y su reincorporación al seno del Partido. 

Recuperada su personería jurídica hace 27 días, el 1 de marzo, el Consejo Nacional Electoral le reconoció los estatutos que se encontraban vigentes al momento de su desaparición, así como su logotipo y su código de ética. 

En la ponencia que fue aprobada por el Consejo Nacional Electoral, organismo autónomo, adscrito a la Organización Electoral, se dice claramente que los militantes de la Nueva Fuerza Democrática que estén en otras colectividades podrán renunciar a estas en un plazo de 30 días y reincorporarse de nuevo a la colectividad sin caer en doble militancia. 

Además, quienes tramiten la reincorporación, aun habiendo sido elegidos en corporaciones públicas, (concejos, asambleas) o cargos uninominales (alcaldes o gobernadores), en representación de otras organizaciones políticas, no perderán la dignidad que ocupan, siempre y cuando tramiten su inscripción antes del 25 de abril, fecha en que vence el plazo para ser miembros activos. 

En la actualidad, las directivas del Partido Conservador, desconociendo los estatutos abandonaron sus principios ideológicos, entregándose a un gobierno de izquierda, perdiendo su rumbo y contrariando los derechos de sus electores, de elegir y ser elegidos. 

Estamos desilusionados de su dirigencia” dijo el expresidente Pastrana en su reciente visita a Pereira. 

Igualmente señaló: “Petro, lo que busca es la estatización, que es el comprometimiento del Estado en el manejo de todo; la salud y el trabajo, aspirando como mínimo, al manejo del 80% de los recursos en la reforma pensional”. 

Es el regreso en el tiempo de 40 años del país, en el que el Estado estaba presente en todos los aspectos de nuestra economía, cuando lo primero que hay que priorizar es la empresa privada, el emprendimiento, la educación y hacer un esfuerzo supremo porque la juventud se sienta parte del cambio y de la transformación. 

Este movimiento lo que busca afanosamente es reagrupar a los conservadores de ahora y de siempre, a las gentes sin partido que se sientan atraídos por recuperar los viejos valores morales y éticos, a todos aquellos que anhelan tener una Colombia en paz, en la que se privilegie la vida sobre la barbarie, donde haya justicia plena, se castigue el delito y no se incentive a los criminales, un país en que quepamos todos, sin odios ni resentimientos, una Colombia dispuesta a acabar con la desigualdad y a crecer día a día con la creación de nuevos empleos, dignos y necesarios para erradicar de una vez y por siempre la pobreza que nos asedia. 

En las elecciones de octubre, están puestas las esperanzas de la Nueva Fuerza Democrática, para rescatar la centro derecha de la asfixiante izquierda que amenaza con ahogar las civilizadas decisiones, no impuestas sino concertadas, con todos los estamentos de la sociedad. 

Unas elecciones en donde esta Nueva Fuerza Democrática participará, no para imponer sus candidatos sino para respaldar con su fuerza las candidaturas más viables y sólidas, e impedir que la izquierda petrista haga de las suyas, para desgracia de una Colombia que, vecina de Venezuela, ha podido presenciar durante sus últimos 20 años, el atropello y el empobrecimiento de su pueblo, en manos de la izquierda destructora y ladrona que ahora se ha apoderado de la nación desde el Gobierno. 

Para el logro de este importantísimo proyecto, se hace necesaria la unión de fuerzas, como la de Salvación Nacional, que habiendo alcanzado tan solo 50 mil sufragios en las elecciones para presidente con su candidato Enrique Gómez Martínez, no deja de ser un despropósito mayúsculo su participación nuevamente en estas justas electorales, cuando de por medio está el fortalecimiento del gran Partido Conservador, el cual pretendemos arrebatárselo a los vendidos que, asentados en la Dirección Nacional, lo han envilecido feriando sus postulados y traicionando su doctrina y a sus electores. 

Logrado este triunfo, regresaremos de nuevo a la madre nutricia, al seno del Partido.

Alberto Zuluaga Trujillo 
alzutru45@hotmail.com

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