Vergonzosa inequidad

Vergonzosa inequidad

Inequidad e igualdad hacen alusión a la manera como se distribuye un bien entre una población. 

La equidad es un valor que implica justicia, partiendo del principio de la igualdad, pero considerando las circunstancias de cada persona en particular. 

En cualquier sociedad encontraremos inevitablemente la desigualdad como un problema social. 

Todos somos iguales ante la ley, pero dependiendo de nuestras habilidades y oficios alcanzamos metas distintas. 

Dentro de esa natural evaluación que discrimina capacidades, es obvio entender que quien se ha preparado con dedicación y esmero, obtenga cargos remunerados, por encima de aquél que no se preparó. 

Es por tanto la desigualdad educativa una de las más graves consecuencias de la desigualdad social, que es a su vez una manifestación de la desigualdad de oportunidades, la cual se da cuando, para ocupar cualquier posición, no están distribuidas de manera igualitaria para todos, de acuerdo a criterios de competitividad, sino que en ella intervienen el estatus social, los recursos económicos, la ideología política y religiosa, la etnia y la orientación sexual, entre otras. 

Infortunadamente Colombia hace parte de la larga lista de países en donde el acceso a la educación sigue siendo restringida, sobre todo en el área de las especializaciones, truncando la posibilidad de obtener mayores beneficios económicos. 

Rousseau, en su obra sobre el origen de las desigualdades, utilizando lo que él llamaba el estado natural del hombre, origina la desigualdad en el estado social. 

En la actualidad, en los sectores rurales hay demasiado marginamiento al igual que en la periferia de las grandes ciudades, precisamente por la dificultad de acceder a la educación, debiendo sus moradores recurrir desde edades tempranas a la búsqueda de trabajo para poder suplir las necesidades básicas y ayudar en la precaria economía familiar. 

Equidad e igualdad son dos conceptos que la gente tiende a confundir por creer que significan lo mismo. 

La equidad consiste en dar a cada uno lo que le corresponde por sus méritos y condiciones. 

La equidad es un proceso, mientras que la igualdad es el resultado. 

Por consiguiente, podríamos afirmar que las desigualdades se miden y las inequidades se juzgan. 

La desigualdad en Colombia hace de nuestro país, según cifras del Banco Mundial, el segundo más desigual de América Latina, y séptimo del mundo, situándonos en el ranking más alto de desigualdad por ingresos, entre los Estados miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde). 

Las diferencias de los sueldos pagados a los mandos medios, directores y gerentes, en contraposición al pagado a los trabajadores rasos, guarda una abismal diferencia que encierra los dos principios antes descritos, desigualdad e inequidad. 

Mientras el salario base o salario mínimo aprobado para el presente año fue fijado en $1.160.000 pesos mensuales, un 16% superior al que regía en 2022, y el más alto porcentaje subido en el presente siglo, un gerente de una empresa pequeña recibe en promedio $3.700.000 pesos mensuales, que se incrementan hasta 12 o 15 millones, dependiendo del tamaño e importancia de la empresa. 

El director o gerente de una empresa mediana recibe entre 25 a 50 millones, y el CEO de una empresa de ligas mayores, un ejecutivo de alto nivel, devenga entre 50 y 150 millones mensuales. 

La gerencia de Ecopetrol, por ejemplo, está en 92 millones mensuales, siendo una entidad estatal en donde el Presidente de la República devenga igual que los congresistas, 38 millones mensuales, amén de otras arandelas, propias del cargo. 

La Andi, Camacol, Acopi, Directores de Cámaras de Comercio, etc. gozan de sueldos elevados. 

Capítulo aparte es el sueldo fijado al gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, cuya cuantía asciende a 125 millones, sin contar con otra suerte de privilegios, propios de una entidad gremial en donde sus dueños son los cafeteros, quienes, en contraste, producen en muchas ocasiones por debajo de los costos de producción. 

La historia de este gremio, el más poderoso del país en materia económica, ha sido de grandes altibajos. 

No tiene presentación ninguna que un gremio conformado por productores, en su inmensa mayoría de escasos recursos económicos, quienes las más de las veces deben pasar las duras y las maduras para poder sobrevivir en situaciones de crisis, a estos propios dueños de la Federación se les pida apretarse el cinturón, mientras tienen que consentir que su gerente devengue tan astronómico salario. 

Un trabajador de salario mínimo para igualar este sueldo mensual, debe trabajar sin desmayo 9 años. 

Sin duda alguna, tan aberrante discriminación, hace a nuestro país desigual e inequitativo.

Alberto Zuluaga Trujillo 
alzutru45@hotmail.com

Compartir por WhatsApp

Comentarios

Lo más leído esta semana