Petro incendia la nación

El gobierno Petro va con toda en su agenda legislativa. Este 2023 será el año de las grandes reformas prometidas en campaña, pues se ha propuesto que el Congreso le apruebe 31 proyectos de ley, antes de julio, mes en que termina la primera legislatura, por lo que convocó a sesiones extraordinarias a partir de hoy 6 de febrero. 

El Plan Nacional de Desarrollo y la Ley de Adición Presupuestal serán las prioridades, pues con la segunda se determinará en qué gastar el inmenso dinero extra que le entrará al Estado por una combinación de factores, como un mayor recaudo tributario por el crecimiento del 8% del PIB el año pasado, los ingresos extraordinarios del petróleo y las dos últimas reformas tributarias, las de Duque y Petro. 

Según estimativos de serios analistas económicos el incremento de los ingresos para este año es de 80 billones, recursos que en buena parte y según se desprende de los anuncios presidenciales, muy buena parte van a utilizarse en subsidios de toda índole, como el entregado a los “Gestores de Paz”, abusiva dádiva que solo busca generar lealtades para mantenerse en el poder. 

Dispuesto a ganar sus apuestas el Presidente ha convocado al pueblo a las calles a respaldar las reformas sociales, inhibiendo de esta manera el debate democrático y, además, atemorizando de paso a los legisladores que se verán presionados por los manifestantes, para evacuar sin mayores detenimientos los proyectos en curso. 

Apelando a las masas para acallar el debate, pretende llevar los conflictos sociales por fuera de las instituciones políticas, constituyéndose en una seria amenaza para la democracia, al querer imponer la opinión oficial bajo estos ejércitos populares. 

Las formas de actuar las vemos en Venezuela. 

Es la receta de la izquierda torpe y dañina como la que se apoderó de nuestro país y que representan una versión de las “Brigadas de respuesta rápida” que implementaron los hermanos Castro para defender la “revolución” cubana en los años 60 del siglo pasado. 

Llamados Círculos Bolivarianos en la época de Chaves, son hoy el brazo armado popular que rodea a Maduro quien, igual, en el 2013, recién posesionado decidió hacer un “trato con las bandas criminales” creando las “Zonas de Paz”; territorios de alta peligrosidad en donde a cambio de dejar las armas, el gobierno se abstenía de intervenir las mismas. 

De ahí la inspiración de Petro para imponernos la “Paz Total” y poder sacar a la calle a los criminales de las cárceles, invistiéndolos de autoridad como “Gestores de Paz”. 

Hablar de “colectivos” es generar sensación de miedo y abrir las compuertas del peligro para quien ose enfrentar de manera pública al establecimiento. 

“Candelita que se prenda, candelita que se apaga”, eran las palabras que les decía Maduro a los Consejos Comunales, a las Comunas y a los mismos Colectivos al inicio de su conformación. 

Estos ejércitos, vestidos de civil, encapuchados y armados, como los vimos entre nosotros en el “Paro Nacional” iniciado el 21 de noviembre de 2019 hasta el 2l de febrero de 2020, conocidos como la “Primera Línea”, apoyados por el senador Petro y subvencionados por el Pacto Histórico con Gustavo Bolívar a la cabeza, como pudimos escucharlo y verlo en videos por ellos difundidos, son los mismos que saldrán este 14 de febrero a respaldar al “Gobierno del Cambio”, convocados por la Casa de Nariño el mismo día en que está convocada la marcha en contra de las medidas adoptadas dentro de este absurdo cambio. 

Hacerlo, como lo está haciendo Petro, bajo la consigna de que el “cambio” se hace en las calles, es de una irresponsabilidad absoluta que raya en lo criminal. 

Conscientes los organizadores de la protesta social en contra del Gobierno, sobre las graves implicaciones de cumplirse ese mismo día, postergaron su realización para el siguiente, o sea el 15, fecha que para nosotros sigue siendo de mucho peligro, pues debió ser pospuesta, siquiera, para una semana después, cuando los ánimos de los revoltosos afines al Gobierno, estuviesen más calmados. 

De sobra conocidos los daños y su cuantiosa pérdida económica en el Paro Nacional, amén de las muertes ocasionadas y los desaparecidos, la marcha convocada por el Gobierno en la fecha coincidente con la fecha de la protesta silenciosa de los ciudadanos de bien, es una clara invitación a incendiar el país. 

Nuestra marcha seguirá adelante señor Petro. 

Sobre sus hombros recaerá el peso de la responsabilidad por lo que pueda suceder. 

Sus manos ensangrentadas en la consumación de sus actos como guerrillero, podrán esquivar la responsabilidad de su atroz proceder. 

Pero la justicia brillará, tarde que temprano.

Alberto Zuluaga Trujillo 

alzutru45@hotmail.com

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