Limites desconocidos del “Mapa Azul”

Limites desconocidos del “Mapa Azul”

 Por Vicealmirante(r) Andrés Vásquez

La inmensa geografía de Colombia después de más de 200 años de independencia sigue siendo ignorada por su pueblo, desconociendo el privilegio al ser un país bioceánico, caracterizado por su mar Caribe y el océano Pacífico colombiano, además de conectar a Sur América con Centro América y ocupar el séptimo lugar a nivel mundial en poseer una de las redes hidrográficas más extensas del mundo, cercana a los 21 mil kilómetros lineales de ríos. Ya es hora de aprender a valorar uno de los elementos geopolíticos más importantes de la Nación, ¡nuestro territorio¡

El pensamiento mediterráneo que heredamos de los padres de la patria, asumiendo que todo lo transcendental del país gravita desde el interior, vale indicar, desde el continente, no ha permitido que los colombianos entendamos la grandeza que poseemos con nuestros mares y ríos, incluso, seguimos siendo indoctos al pensar que Colombia en su gran inmensidad geográfica, solo posee cinco (5) fronteras, como en algunos casos se enseñó en los colegios, describiendo en su orden: Venezuela, Brasil, Perú, Ecuador y Panamá, pero al examinar con detenimiento el “Mapa Azul” de la Comisión Colombiana del Océano (CCO), encontramos seis (6) fronteras adicionales con: Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Jamaica, República Dominicana y Haití. Esto da paso para ilustrar, que la extensión territorial de Colombia va más allá de 1.141.748 kilómetros cuadrados de tierra (aproximadamente 55% del territorio nacional), debiendo adicionar 928.660 kilómetros cuadrados de mares, (aproximadamente 45% del territorio nacional – 532.152 kilómetros cuadrados en el mar Caribe y 396.508 kilómetros cuadrados en el océano Pacífico). 

La inopia de los ríos de nuestra patria tiende a ser similar, algunos de los más importantes delimitan nuestras fronteras, tal cual como lo hacen los ríos Arauca, Meta, Orinoco y Catatumbo con Venezuela, Amazonas con Brasil, lo mismo que el río Putumayo, que además nos delimita con Perú y Ecuador, entre otros ríos no menos importantes.

Lo anterior nos debe motivar a fomentar en todos los niveles educativos, tanto escolar como universitario, para dar a conocer la verdadera geografía nacional y la visión geopolítica de Colombia, y así, poder ampliar el espectro de oportunidades que genera ese “Mapa Azul”, incluyendo la responsabilidad que obliga su conservación y aprovechamiento razonable.

Recordemos que el 96% de la economía mundial se moviliza por los mares del mundo y nosotros no podemos ser ajenos a esta situación y al privilegio que tenemos con los nuestros, para aprovecharlos en la mejor forma posible. Lo mismo debería ocurrir con nuestros ríos, que son verdaderas autopistas fluviales en bruto, que, con un buen diseño organizacional y empresarial, desde el punto de vista del “Transporte Fluvial” optimizado, nos ahorraría billones de pesos en la construcción de vías terrestres en zonas inhóspitas, en donde sabemos que una carretera debido a la complejidad de la geografía no tiene cabida.

Despertemos de este letargo mediterráneo, conozcamos el “Mapa Azul” de Colombia, motivemos conciencia marítima y fluvial desde las escuelas, colegios y universidades, defendamos con patriotismo nuestros mares, protejamos los intereses marítimos de la nación, desarrollemos visión geopolítica y oceanopolítica de Estado, aprovechemos y explotemos con responsabilidad estos grandes recursos naturales que nos distinguen y arrebatémosle esta inmensidad azul a la delincuencia organizada y no organizada, a la minería ilegal, al narcotráfico, a la trata de personas, al contrabando y a otros más, para el bien de los colombianos.

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