Equipos ganadores. El reto entre la interdisciplinariedad y la seguridad psicológica

Equipos ganadores. El reto entre la interdisciplinariedad y la seguridad psicológica

Por: Mauricio Zúñiga Cuéllar

Hace unas semanas publiqué un video sobre la importancia de la Interdisciplinariedad en la construcción de equipos exitosos, en equipos de alto desempeño. En dicho video, que pueden encontrar en YouTube en el canal “El Garaje de Mauro”, explico un principio que se debe de aplicar de dos maneras diferentes. Este principio, como la mayoría, parece bastante obvio una vez expresado, pero aun así no es algo que se aplique con regularidad. Consiste en que en un mismo equipo deben encontrarse personas de diferentes características que se complementen para lograr sus objetivos. Así de sencillo.

Pero este principio se debe aplicar de dos maneras diferentes. La primera, desde los saberes, los conocimientos, las experiencias. Así, dependiendo del tema y de las posibilidades, se deben conformar equipos variados. Es el equivalente a decir que cuando armas un equipo de futbol, no te sirve tener a 11 delanteros, o a 11 defensas. Necesitas a un arquero, a un medio campo, a un volante… en resumen, necesitas equilibrar bien el equipo entre diferentes habilidades para lograr ganar un partido. Eso mismo aplica para todo lo demás, si estas en una empresa, te sirve que haya personas de diferentes áreas, que sepan como funcionan diferentes partes de la organización. Si estas estudiando (en cualquier nivel educativo), sirve que algunas personas sepan mas de unos temas y otras mas de otros. En resumen, interdisciplinariedad.

Pero hay una segunda forma de aplicar esto, que desde mi punto de vista es aun más importante, y es encontrar diferentes “perfiles de personalidad”. Y de nuevo, para eso hay muchas maneras de medirlo, de definirlo. Hay un montón de metodologías, al estilo “Foursight” que a través de 4 perfiles hacen 15 combinaciones posibles, que se mezclan y se complementan. O los “Big Five”, los 5 grandes perfiles de personalidad de Raymond Cattel, o incluso “Los Diez Rostros de la Innovación” de los que habla IDEO. A mi me gusta una versión alternativa (que es la que explico en el video) donde en un equipo debe haber al menos 5 perfiles claros. Un Ideador que, claramente, es bueno generando ideas; un Desarrollador que sea bueno llevando esas ideas a cabo, un Embajador que articulará las relaciones del equipo con otras personas fuera del equipo, un Estratega que siempre está conectándolo todo con una visión más general de lo que se quiere lograr, y un Líder, que ayuda a que todo se articule para que mantenga en marcha. Y aquí es necesario hacer dos comentios: el primer comentario consiste en aclarar que no es necesarios que los equipos sean de 5 personas, ya que una misma persona puede tener varios perfiles, y al mismo tiempo puedes tener varias personas de un mismo perfil. Siempre es bueno tener varios desarrolladores, por ejemplo, o incluso el liderazgo puede ser completamente situacional (lo que quiere decir que diferentes personas pueden ser líderes en diferentes momentos del tiempo dependiendo de las circunstancias), así como una misma persona puede ser un gran ideador y un gran embajador, o un gran líder puede ser un gran estratega (las combinaciones posibles son todas). El segundo comentario es que en realidad todos lo deben hacer todo, y tener dicho perfil es principalmente para ayudar a que las cosas sucedan, pero si es momento de idear, todos deben arrojar ideas, y si es momento de ejecutar todos deben ponerse manos a la obra. Esto también es interdisciplinariedad.

Equipos ganadores. El reto entre la interdisciplinariedad y la seguridad psicológica

Siempre he creído y he observado la fortaleza de lograr estos equipos y lo recomiendo a ojo cerrado, pero hace poco me llegó una información adicional, que no reemplaza, sino que complementa de una forma sinceramente interesante lo anterior. Y parte de un estudio que hizo Google hace no muchos años llamado el “Proyecto Aristóteles”, y tras mucho pivotear, y descubrir que en diferentes combinaciones encontraban equipos muy exitosos o poco exitosos, llegaron a una combinación de dos factores que se repetían con recurrencia estadística. El primero, es que en términos generales “todos participan”. Y por esto se refiere a que en realidad todos opinan y aportan, mas o menos en la misma medida. No por regla, no es que le den una cantidad de tiempo a cada uno, sino que en general, se daba que todos aportaban en la misma cantidad de forma orgánica, natural. La segunda es la “sensibilidad social alta”, o en otras palabras, que todos los miembros del equipo eran capaces de percibir cómo se encontraban sus compañeros, sabían si estaban bien, si estaban mal, preocupados, tristes, molestos… eran capaces de “sentir” al otro. Ya con esa claridad, y dado que siempre somos más inteligentes después, es más fácil de entender que esas dos cosas están englobadas en una sombrilla mucho mayor, la “Seguridad Psicológica”, que lleva a tener un ambiente apropiado para poder decir las cosas que se están pensando, y saber como se encuentran nuestros compañeros (entre otras cosas). Lo que resulta interesante es que grupos con estas características suelen tener resultados extraordinarios, muy superiores a equipos que puedan estar conformados por personas que sean técnicamente superiores, pero no cuenten con esta seguridad psicológica.

Por supuesto, esto suena muy bonito, pero es muy difícil de garantizar. Es algo que no se puede imponer, que se debe construir, se debe ganar mutuamente entre los miembros del equipo. Y esto lleva a otra conclusión, y es que si un equipo lo logra, es buena idea mantenerlo a lo largo del tiempo, así que si un equipo termina un reto, puede seguir asumiendo otros tipos de retos adicionales, en vez de perder ese valor ganado disolviendo el equipo y retornando a las personas a las diferentes partes de donde vienen.

Así que mi conclusión es, que es muy buena idea unir a personas con diferentes saberes, pero es mucho mas importante unir a personas con diferentes personalidades que se complementen. Y luego crear prácticas saludables que lleven a que entre los miembros del equipo se cree una seguridad psicológica. Si logras esto, trata de sacarle el mayor provecho posible, ya que vale rodio (ya que, por si no lo sabes, el rodio es mucho más valioso que el oro).

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