El lenguaje del coscorrón

El lenguaje del coscorrón

 Por ÁLVARO RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ

El lunes Germán Vargas Lleras amanecerá con las cuentas claras sobre si es aspirante presidencial.

Es la única persona en Colombia que sin serlo, ostenta el título de “expresidente” porque manejó la chequera y gerenció desde su cargo de vicepresidente. Le dicen el Faraón y que desde niño estaba marcado como presidenciable. Recordación tiene. Imagen también. Falta ver como es recibido en ese frente que como parapeto, surge en Colombia como dique.

En su momento, sumado a una excesiva soberbia. La imagen, la viñeta del coscorrón fue un ícono prepotente de los metales que integran al ciudadano Vargas. Hoy lo recogen en la semiótica electoral como una lectura que le apunta a lo que se podría llamar – hoy- “mano dura”. Autoridad. Si se habla de eso es porque el CD – léase Duque – extravió ese huevito. Con eso y con un frente que ocultan pero que nadie lo dice de manera abierta será un TODOCONPE (Todos contra Petro) He de ver a unos con calculadora en mano, sacándole cifras a la composición del Congreso para leer las posibilidades de esa narrativa real que se viene.

Pero estas elecciones del domingo, tiene, entre muchas lecturas, una con fin: se parrandearon la campaña del Centro Democrático. El ex presidente Uribe, mandó el mensaje equivocado – pero en el fondo estratégico y ponzoñoso- de no ir a Consulta. Los resultados están a la vista: desobediencia y regados por dos o tres campañas más que desnaturalizaron al candidato Zuluaga. Su candidatura es inviable. Otra lección que deja, son los errores con los anticipos a la hora de sumar sin estrategia alguna la carrera por la vicepresidencia.

Pero bueno: lo que interesa es desde las regiones, la quemazón que siempre ocurre y las sorpresas -si se dan – en diversas coyunturas electorales.

Análisis: Risaralda viene de un bipartidismo tedioso que todo se lo repartieron y asamblea y concejos, eran continuidad. Se podían reunir, en muchas oportunidades en el patio de los directorios. 

Luego vino el Centro Democrático que creció y esperamos que esta vez no se ha sepultado- Luego Risaralda reverdeció y se “fajardizó”. ¿Se alcanzan a teñir varios municipios con la aguja Petro? 

Si hay muchos votos en urnas – cosa que dudo- habrá revolcón electoral. Si es más de lo mismo, seguirán liberales y conservadores de fiesta y uno que otro forcejeo por pegarle al esquivo umbral. 

Dejó sembrado dos interrogantes que repito hasta el cansancio como para reconfigurar una lectura precisa: si los jóvenes son primera línea en urnas, habrá remezón. Si a ello se agrega un voto de electores entre 40 a 60 años que todo lo han afrontado postpandemia pasando por inflación, corrupción, déficit de gobierno, varios partidos liquidados y sin inventario y un juego soterrado para crear un voto invisible o silencioso que existe y que saldrá del escondite.  Ese es el movimiento pendular que se puede dar. Estaríamos hablando de otras elecciones y de otros resultados. 

alvarocomunicaciones@yahoo.com.co

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