Vacuna contra la torpeza

Vacuna contra la torpeza

 Por Álvaro Rodríguez Hernández

Bien hace el rector y el decano de la Facultad de Ingenierías de la UTP, en salir a censurar la torpeza de infiltrados que cabalgan contra el orden electoral.

Una estupidez ataques como los vividos en Bogotá por reunión del llamado Grupo de Madrid, por más recalcitrante derecha que sea o “prohibir” que un aspirante presidencial, se le impida hablar, máxime que el Profe Fajardo, es matemático e hijo de la Educación. No pocas horas atrás, defendía lo elaborado a lo largo de su historia con ideas aplicadas en su trayectoria a punta de lápiz e ideas. 

Fajardo no es tibio sino maduro por la forma como enfrentó el tropel urdido. Vacuna contra la torpeza, pedimos para estas elecciones.

No se pueden “vandalizar” las ideas, ni el libre ejercicio a la libertad de expresión y otras que consideren en prácticas ideológicas. Rechazamos estos “colectivos” humeantes que destruyen y cercenan el origen primario de las ideas.

Nada de “intimidaciones” dirigida frente a la diversidad. Como lo pregona  el propio decano de las Ingenierías del alma mater local desde su campus.

Razón tiene Alexander Molina – Cabrera en un escrito que circula que el hecho que se cierre “el espacio democrático”, le resta “el estatus deliberativo a la universidad pública”.

También como lo recuerda con justicia el propio presidente Duque a quienes “con capuchas o utilizando el terrorismo urbano y la combinación de todas las formas de lucha, pretenden cercenar y limitar el debate electoral”. 

“Esto no es un tema de partido ni es un tema ideológico, sino de la obligación de respetar el derecho a expresarse en política”.

Violencia y saboteo, digo, no pueden ser el arma que mueva la emoción o la razón electoral. Se equivocan, quienes desde derechas o izquierdas trasnochadas quieren el imperio de la fuerza y de escabrosas dictaduras propias de “ilustrados”.

Colombia reclama el debate de propuestas y no de intimidaciones. De orden y respeto y no de intolerancia y odio. De argumentos y no de sangre.

De elegir un Congreso respetable y decente, que no se mofe del pueblo con sus decisiones. Es más, de sacudir a los partidos y a quienes trafican con el voto y van montados sobre los lomos de la corrupción. Pero es con el voto limpio y volcado en las urnas como se debe defender la democracia.

Lo otro es aplicar buena dosis de vacuna contra la torpeza para “aliviar” la falta de cultura. Hay que alfabetizar desde la política y no corromperla.

Rechazo total a hechos como los registrados.

alvarocomunicaciones@yahoo.com.co

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