Estilos de gobernar

Estilos de gobernar

Por ÁLVARO RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ

Mientras en la nebulosa se encuentra un proyecto con ínfulas ambientalistas en Santa Rosa de Cabal, que no va, el alcalde de esa localidad se empeña en sacar adelante a su pupilo no para la Cámara sino para la alcaldía. Con una politiquería asqueante, que indigna, como lo acaban de denunciar dos ilustres concejales.

Se pavonea ahora como cualquier rin- rin - renacuajo de pueblo para demostrar “que no contaban con su astucia”.

Me explico: de su mano lo hace renunciar y lo muestra en la vitrina municipal como el ungido para mostrar votos al senador foráneo, pero para dejarlo listo como sucesor. 

Cambio no es buscar corona distinta en propia cabeza. 

Un cambio con endoso y con artificios disimulados es emboscada. Producto con etiqueta falsa. 

El mismo que ha dejado entrar el clientelismo y a los reencauchados al gobierno y, por otro lado, tira la puerta a Fernando Chica y a Juan Manuel Martín Ocampo, concejales que han mostrado otra disposición para ejercer liderazgo. Para fustigar su bellacada.

Muy diciente y marcado, las estacas colocadas, los límites reales anclados por el gobernador del Risaralda, Víctor Manuel Tamayo, de afianzar a la Ciudad de las Araucarias, en el corazón del pueblo. Con obras, con proyectos y no con sueños arrepentidos o trasnochos que reviven viejos fantasmas en esa importante ciudad. De hombres de talla y de generaciones respetables.

La simbología ayer desde la Risaralda oculta o negra, mestiza, indígena hasta los 55 años en la patria chica del gobernante con criterio y obras que rescata y otras que proyecta.

No en vano los colegios que se rescatan de manos inescrupulosas, el teatro que va camino a entregarse y que se convirtió en el hazmerreir de lo inconcluso y de la holgazanería programada.

Un esfuerzo sin condiciones sino de actuar. De hechos, resultados y no de postergaciones inútiles.

En ello se consolidó, se plasmó las obras proyectadas para reposición de redes para el acueducto y alcantarillado, modernización del alumbrado público, la entrega a estudiantes de artefactos digitales, los estudiantes beneficiados con Risaralda profesional, la alimentación escolar, los kits escolares, la conectividad con un proyecto servido como La postrera – Santa Rosa en la llamada doble calzada, los planes habitacionales en el que el gobierno Tamayo interviene, los programas turísticos como la construcción del recinto gastronómico artesanal, el apoyo a los caficultores. 

No en vano, se pondrá esconder bajo la alfombra municipal la apuesta social en la asistencia a adultos mayores, los respaldos con mercados sociales a más de 3 mil familias, las sopas calientes, los mercados a los centros del adulto mayor, así muchos ciudadanos consideren que es un asistencialismo sin paraguas en época de hambruna letal.

alvarocomunicaciones@yahoo.com.co

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