¿Qué le falta a Risaralda?

¿Qué le falta a Risaralda?

Por ÁLVARO RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ 

Podría usted, amable lector, hacer un decálogo de qué ¿nos falta como territorio y sociedad civil?

Sirve la pregunta para el inventario global si urge un plan para ordenar el territorio.

Esta nueva efeméride apuntala grandes incertidumbres acerca de si tenemos más capital que territorio, menos Área y más Hechos Metropolitanos sin articular. ¿Acaso, hay un centralismo barrigón, macrocéfalo, que desborda la posibilidad de los municipios? Los municipios nuestros siguen confundidos y faltos de unidades de planeación que replantee sus miradas en las ¿visiones digitales del presente?

Hay una Región de Planificación, ayer el CORPES, con aristas diversas, aunque en el fondo era priorizar las conurbaciones y la integración. Mas allá de reparos políticos y de transacciones geográficas utilizadas por potenciales necesidades o limitantes como ciudadanía. 

Corresponden congresistas adscritos a la RAP, a una agenda real o a un reguero de prospectiva, sin dinero y sin apalancamiento de verdaderos proyectos que apunten a un real ¿plan de territorio?

El derecho al voto ha planteado una ruptura institucional que requiere – mas allá del pulso por el poder y hegemonías sin herederos ideológicos – que de manera real el pronóstico de la iniciativa de los senadores, se instalen en la marca geográfica que representan. 

Las Cámaras, han ayudado a una distorsión nacional, de lo que es el Congreso. Muchos de los habitantes de esa entidad, tienen un voltaje político con disputas mezquinas y de dígitos. Del reparto de tulas sin entender la alerta sobre la emergencia traída por el hambre. La pobreza tiene muchos impactos negativos sobre una Colombia, que en medio del caos social – traído por múltiples variables, entre ellas el narcotráfico – aumenta que no exista sensatez sino reparto milimétrico.

Volvemos a la tesis inicial: ¿qué le falta a Risaralda? ¿Decaen los municipios, faltan liderazgos, el capital social está disperso y la apuesta por la ciencia, la tecnología y la innovación, es apenas un ruido?

En el PIB somos nada. En la apuesta política, en la guerra de pesos y contrapesos, en el universo oficial como territorio somos un salto, no al vacío, sino a la fuga de poder. A la representatividad como respuesta política recortada.

¿Qué nos falta cómo sociedad? ¿Qué le regalaría hoy usted como ciudadano, a Risaralda?

alvarocomunicaciones@yahoo.com.co

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