¡Graduando vida!

¡Graduando vida!

Por ÁLVARO RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ

Esta semana se producirá una noticia de vida en Pereira. De los más de 100 Habitantes de Calle, que tiene el gobierno de la Ciudad, varios de ellos, recibirán el título de bachilleres y concluyen, otros, su primaria.

Arrancados a las drogas, a la negación de sus presentes, al desarraigo y a una sociedad enferma. El adicto no es visto como enfermo sino como malandrín, en muchos casos.

Por eso no es extraño volver los ojos a quienes germinan una parábola en sus vidas y la vuelven reflexiva. Se detienen frente al abismo y se acercan al reencuentro.

En él: esperan novias, padres, hijos, familia y una sociedad que ha hecho silencio en medio de la desesperanza que los agobia y maltrata. De una sociedad que admite el éxito, pero rechaza el fracaso sin reparar condiciones sociales.

Es otro reto del gobierno del alcalde Carlos Maya y de la gestora social para cerrar brechas en medio de titulares lustrosos y el virus que acorrala.

De grandes proyectos que se anuncian, pero atrás queda el paradigma de más vida, menos muerte.

La vida misma puede ser una granja, idealizada como un edén o un paraíso, un oasis, o un jardín en medio de alambradas hostiles y de obstáculos que se levantan en medio del ajetreo burocrático. 

La inversión no puede doler cuando llega al ser humano. Cuando tiene rostro social e identifica la inequidad y la fatiga que se erige en cifras acomodadas y de escándalo como si maltrataran los balances. Por el contrario: es el ciudadano mismo el directo beneficiado que se ubica en una casilla de los no olvidados.

Loor para esos bachilleres, esos graduandos en vida que emergen entre las penumbras de borradores o de escritorios, de ciertas gavetas de una burocracia a la que muchos de ellos, tan siquiera cuentan.

251 Habitantes de Calle atendidos en el programa: 55 en albergue rural y 196 en urbano; 141 habitantes en situación de calle resignificados y con restablecimiento de derechos; 70 casos de reagrupación familiar; 65 beneficiarios en proceso de inclusión social y 10 casos exitosos y una granja agrícola con 33 habitantes terminando primaria y secundaria.

Acaso, esto no es ¿administrar para la gente y graduar para la vida? 

ÁLVARO RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ
alvarocomunicaciones@yahoo.com.co

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