TIEMPO DE REFLEXIÓN

TIEMPO DE REFLEXIÓN

Por Andrés García

Llegó diciembre y con este el tiempo de familia y amigos, el tiempo de encuentros seguros bajo estrictos protocolos de bioseguridad, el tiempo de compartir, el tiempo de dar y de recibir, el tiempo de reflexionar.

El término reflexión proviene del latín reflectus. El prefijo re, indica: Hacia atrás. Flex: Doblar e Io, acción. En otras palabras, reflexionar es la acción de observar lo pasado y dar ese giro necesario para avanzar hacia un mejor presente y futuro.

¿Cuántas de las cosas que hemos vivido en el transcurso de nuestra vida personal y profesional en este 2021, ameritan tener un giro propositivo de nuestra parte? Los resultados que hemos obtenido son consecuencia directa de las acciones emprendidas y las acciones emprendidas son a la vez el resultado de la manera cómo pensamos y cómo sentimos.

Girar, en este caso, representa virar hacia un nuevo horizonte mucho más prometedor, un nuevo horizonte lleno de múltiples potencialidades, las mismas potencialidades que reflejan la grandeza interior que poseen los hilos del traje del cual estamos confeccionados. Y estamos confeccionados de un traje de luz, energía, vibración infinita, bondad, grandeza y amor, un traje temporal que nos permitirá llegar un día a la mejor de todas las galas. ¿Refleja nuestra vestimenta actual esa grandeza interior?

Y si diciembre es el mes de la reflexión y si diciembre es el tiempo de compartir, no debería ser también diciembre el pretexto ideal para dar un giro en nuestras acciones, en nuestra forma de pensar y de sentir, en nuestra manera de hablar y de referirnos a los demás y a nosotros mismos para entonces alcanzar las metas propuestas, los logros propuestos, los cambios propuestos?

Con el cambio de año, llegan – generalmente – cambios en el comportamiento. Las nuevas metas se constituyen en nuevas oportunidades de avanzar en la vida, en nuevos caminos maravillosos por recorrer, en más y mejores maneras de ser y de estar en el aquí y en el ahora y la manera de ser y de estar, definitivamente, allana el terreno para proyectar permanente nuestra grandeza interior, en lo personal, en lo laboral. ¡El 2022 es el año de las realizaciones!

Las reflexiones, los giros propositivos provenientes de una auto observación concienzuda, honesta, auténtica y real hacia lo más profundo de nuestro ser, sin miedo a nosotros mismos, sin miedo a qué pensarán los demás, nos permitirá detectar - desde el amor - aquello en lo cual podemos ser mejor, aquello en lo cual podemos crecer, no por los demás sino por nosotros mismos y quizás así honrar algún día la calidad del cedro del que hemos sido construidos, honrar algún día las extraordinarias oportunidades que la vida nos ofrece. 

Basta con dar ese giro para dejar a nuestro paso una estela de luz en cada palabra emitida, en cada frase proferida, en cada labor ejecutada, en cada nuevo proyecto compartido, en nuestra mirada hacia el otro (a), en nuestra mirada hacia nosotros mismos.

Que esta Navidad no sea únicamente un período del año. Que esta Navidad sea un estado de ánimo permanente durante el 2022 que llega, en todos los cuadrantes de nuestra existencia. ¡Feliz Navidad y un maravilloso 2022!

(Los planteamientos y opiniones expresados no comprometen la posición de la RAP Eje Cafetero, entidad de la que soy su Director de Comunicaciones).

Por Andrés García

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