EL VALOR Y LA NECESIDAD DE EL PODER EMOCIONAL

EL VALOR Y LA NECESIDAD DE EL PODER EMOCIONAL

Por Elsa Gladys Cifuentes Aranzazu

Cuando nos reconocemos y reconocemos en las demás personas que como seres sintientes con plenas capacidades de tener emociones, cuando nos proponemos aceptarnos y aceptarles, estamos caminando hacia el poder real.

Es de VITAL necesidad para sobrevivir haciendo uso racional de esos sentires, el poder expresarlos, leerlos, interpretarlos y respetarlos, genera el gran poder de construir una mejor convivencia desde el respeto por la diferencia.

Tenemos un gran tesoro en nuestras manos cuando tenemos la habilidad de percibir, comprender y potenciar nuestras emociones y ponerlas al servicio de ese tejido social desde el núcleo familiar a lo comunitario.

Actuar en conciencia, entendiendo simplemente que somos humanos y como tal respondemos a la sensibilidad, vulnerabilidad, fragilidad de lo humano y no es necesario ponernos esa coraza postiza de “protección” por temor o inseguridad al privarnos del sentir, de lo sutil, del disfrute de la vida en lo más elemental que se nos presenta.

La inteligencia emocional con la posibilidad de auto controlarnos, nos permite reír con más libertad, ver y vivir la vida con más sencillez, producir todas esas sustancias en nuestro cerebro cuando escuchamos música, vemos los colores de la naturaleza, compartimos un gesto amable y vemos un rostro alegre por un encuentro.

Disfrutar y trabajar en la inteligencia emocional nos facilita más la vida y el goce de ese alago mental de haber podido servir, de hacer algo por alguien o de evitar una acción que perjudique a alguien. 

No le hagamos a nadie lo que no queremos que nos hagan, eso es inteligencia emocional los mandamientos más allá de un código religioso son las más sabias recomendaciones para el disfrute sano y sencillo de la vida.

Hacer uso debido de la inteligencia emocionales darle paso a esa posibilidad que todos tenemos, pero no todos desarrollamos. Ponernos en el lugar de los demás, poner en práctica la empatía, saber escuchar, entender, respetar, nos permite mejorar las relaciones, familiares, sociales, políticas, comunitarias laborales. Nuestro desempeño con nosotros mismos de manera correcta nos mejora la autoestima y nos permite avanzar en la evolución de la conciencia y si eso lo proyectamos, nos permitirá vivir en paz y la sumatoria de esos sentires contribuye con un entorno en Paz.

Eso sí es poder; un poder que nos permite apropiárnoslo, sin hacerle daño a nadie y que no nos vale impuestos ni mayores esfuerzos materiales.

La inteligencia emocional, el poder y el valor de lo correcto como propósito básico de vivir con calidad de vida nos permite tener metas, superar barreras y dificultades, controlar nuestros egos y emociones negativas, nos permite aceptar críticas, valorar de manera medida los elogios y logros, regular nuestros estados de ánimo, moderar la angustia, rabia, frustración; trabajar nuestras tristezas y traumas, aceptarnos y aceptar y todo esos es y será tan sencillo siempre y cuando en el hogar nos lo enseñen, nos lo infundan, con el ejemplo papás, mamás, acudientes lo transmitan sencillamente con AMOR.

Elsa Gladys Cifuentes Aranzazu

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