Inteligencia Espiritual

Inteligencia Espiritual

Por. Elsa Gladys Cifuentes Aranzazu

Estoy haciendo unos talleres, unas terapias que en oración e inspirada en el creador me han ido permitiendo entender, entenderme y ejercer realmente la dimensión del perdón. Poder afrontar y resolver problemas y traumas, conflictos y polémicas que ni la legislación ni jurisprudencia, ni doctrina jurídica, ni entendimiento humano de la academia lo logran y casi que ni lo intentan.

Un buen camino es acudir a emprender, practicar y asimilar con humildad las leyes elementales de la vida y acatarlas; porque si los humanos no respetamos la ley humana, los creyentes y conscientes sí que tenemos que respetar, cumplir y hacer cumplir las leyes éticas que deben gobernar la humanidad.

Cuando nos miramos en el sentido amplio de la existencia, escogemos el camino a recorrer. En cada etapa de nuestra vida nos encontramos y estrellamos con cosas muy buenas y otras menos buenas y en todo caso vamos tallando la piedra preciosa que llevamos dentro y nos vamos formando y si lo permitimos moderando.

La inteligencia espiritual nos permite conocer y reconocer en su propio nombre y sin tapujos la causa y el efecto de toda acción que hacemos o dejamos de hacer. Nuestras necesidades espirituales no encuentran respuesta en fallos judiciales, ni en palmaditas en la espalda. La inteligencia espiritual es la gran herramienta que tenemos para asimilar por que pasan las cosas y por qué hay que solucionarlas con voluntad, disciplina, con determinación, con actitud y disposición las cosas pasan porque tienen que pasar y más nos vale enfrentar con profundo amor, aceptación y dando el paso adelante. Solo la inteligencia espiritual y sin medicamentos nos permite avanzar en la vida sin culpas, sin ocultarnos, sin señalar ni permitir que nos señalen.

Basta con disponernos todos los días a ser mejores seres humanos, aceptando que ese lado débil que todos tenemos nos llena de tentaciones y nos hace ser en ocasiones injustos, violentos, arrogantes, debe ser gobernado por el propósito de ser y hacer mejores acciones de bien, primero para nuestro ser y ya fuertes compartiendo.

Todo ser humano, inclusive los ateos y a propósito que están trayendo al escenario político la critica a los ateos y que no debería ser. Ser creyente o ateo es una opción moral e individual y no es conveniente traerlo a discusiones de lo público y político, bastará que la persona sea un ser de principios decentes, respetosos de la sociedad y punto. Siguiendo el hilo de esta reflexión les decía que todo ser humano en algo cree y eso es el inicio de estar listos para orar o para meditar, para ser solidarios, para hacer un ayuno religioso, espiritual, colectivo, de buena práctica saludable, nadie es dueño de eso. Los creyentes y ateos pueden y deben tener prácticas sanas.

Conocernos a fondo estar de principio a fin, desde que se tiene uso de razón hasta el último latido debemos hacer el recorrido de nuestra existencia y procurar ser mejor persona.

Trabajar nuestra inteligencia emocional “si la inteligencia intelectual se refiere a la capacidad de adquirir y utilizar conocimientos de forma correcta, la inteligencia emocional se refiere a la capacidad de conocer y expresar los sentimientos propios y de los demás. En cambio, la inteligencia espiritual tiene un concepto un poco más difuso y amplio” (cooperatingvolunters.com como desarrollar la inteligencia espiritual)

Cada ser humano es libre en sus creencias o no creencias y como tal hay que respetarle, eso es respeto por la diferencia y les invito a que se den la oportunidad de explorar un poco estas inteligencias. Haciendo un voluntariado, orando, meditando, compartiendo algo de lo bueno que tengan, realizando acciones positivas y saben que luchando con efectividad siendo felices con lo que les haga feliz.

La inteligencia emocional y la inteligencia espiritual van de la mano y creo que las dos inteligencias nos facilitan vivir con más confort y paz disfrutando aún más y más lo elemental de la existencia y valorando ya este presente que tenemos para vivir como es debido.

Elsa Gladys Cifuentes Aranzazu


Comentarios

Lo más leído esta semana