ÉPOCA PRENAVIDEÑA

ÉPOCA PRENAVIDEÑA

ÓSCAR VELÁSQUEZ NARVÁEZ

Comienza octubre y hoy Tenorio, nos recuerda esta época en el pasado, en especial en el colegio, la etapa Prenavideña o fin de año escolar, la cual se caracterizaba por poseer mucho movimiento, en lo escolar, personal, deportivo, lo social y en lo familiar.

En lo escolar, cuando entregaban el penúltimo informe en el colegio, los que ya habían ganado el año, los más juiciosos, empezaban a declararse en vacaciones, pues el esfuerzo por ganar el año, ya lo habían hecho y los resultados se veían por anticipado, otros menos juiciosos que las calificaciones le eran con resultados menos bondadosos, debían estudiar para que por lo menos las notas le quedaran en tres sobre cinco ( o seis sobre 10), o sea ganar raspado o habilitando (también por alguna época se llamó curso remedial) y pasar al próximo curso, pero el estrés les pasaba la factura de no haber hecho mas esfuerzos para estar mejor calificados, y los muchos menos juiciosos, por su cabeza pasaban miles de recursos para ver cómo podían terminar el año, si aceptaban de una vez que lo habían perdido, o si hacían esfuerzos mas que humanos para tratar de ganar o si buscaban otros recursos para llevar a sus casas mejores resultados, el caso es que todos y cada uno, iniciaban preparativos para terminar el año, para iniciar unas vacaciones haciendo lo que merecían, o lo que la capacidad económica les dejara.

Ni que decir los de último año, los preparativos además de académicos, legales, sociales eran toda una odisea, se despedían amigos que de pronto no volveríamos a ver en la vida, pero los llevaríamos en la memoria y el corazón, por lo tanto, las ceremonias eran de suma importancia, otros buscar dónde estudiar universidad y/o prepararse para irse de la ciudad a estudiar la carrera que les atraía.

Además de estudiar unos más y otros menos, igual la vida o el ciclo escolar les ponía más retos, para los deportistas, terminar juegos Intercolegiados en la mejor forma, e igual que lo académico, los que estaban peleando triunfos para el colegio o la entidad educativa, se esforzaban por hacerlo bien, las finales de los juegos se hacían cada vez más tensas, ganarle la medalla de oro para el colegio, era un compromiso que se debía cumplir y para hacerlo había que trabajar y ganarle a los mejores de la ciudad.

No sólo se debía cumplir con lo académico y deportivo, también la vida social se incrementaba para estas épocas, las fiestas de fin de año con los compañeros, despedidas, fiestas de graduaciones, en especial el día de Halloween o día de brujas, la rumba para algunos, las disputas de bombas de agua para otros (en especial la vida barrial) o simplemente buscar un disfraz para pedir dulce al buen estilo “triqui- triqui Halloween, quiero dulces para mi” y el 1 de noviembre, mientras las mamás y papás rezaban por el día de las ánimas, unos pasaban guayabo, otros gripa dada la mojada del voleo de agua con las bombas la noche anterior o algunos con ataques al estómago o por el consumo de dulce.

Y después de pasar noviembre, todos se preparaban para pasar diciembre, navidad, año nuevo, las vacaciones se desarrollarían en familia, unos paseando en fincas, en el mar, Coveñas, en otras ciudades donde familiares, jugando en el barrio, leyendo un buen libro o simplemente en casa aprovechando a la vida familiar.

Lo mas importante de todo Tenorio nos dice, era los preparativos que debíamos tener en estas épocas para poder cantar el próximo año como buenos latinos “yo no olvido el año viejo, porque me ha dejado cosas muy buenas”.

Cuidémonos, busquemos distanciamiento, no nos quitemos el tapabocas, el COVID no se ha ido.

Quienes quieran leer los documentos escritos con anterioridad, remítanse al enlace https://www.elpereirano.com/search/label/%C3%93scar%20Vel%C3%A1squez%20Narv%C3%A1ez?m=1

ÓSCAR VELÁSQUEZ NARVÁEZ
OCTUBRE 11 DEL 2021

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